domingo, 24 de febrero de 2008

Trabajos de la semana (10 - 17 Febrero)

Verano, una época en donde el sol y el viento no perdona, por lo menos al sur del mundo. Estar en zonas tan australes requiere hacer trabajos que probablemente no se realizaría un otros lado o en las misma época del año.
Como ejemplo de esto he realizado un desfoliado a unos de mis Alisos. Es una especie muy resistente al agua y que gusta de estar prácticamente sumergida en éste. Con tanto calor y viento esta especie sufre mucho por causa de la deshidratación de sus hojas, haciendo que éstas se debiliten y estén propensas a hongos. Es por eso que anteriormente (diciembre) se le realizó un aclarado, pero no ha sido suficiente y es necesario realizarlo nuevamente. El trabajo que muestro es el realizado anteriormente y que en ésta oportunidad se ha hecho de la misma manera.
El aliso antes...
Un yamadori de unos 3 años. Pocas ramas pero de hojas muy grandes.
Acá se puede dimensionar claramente le tamaño de las hojas. Demasiado grandes para un estilo tan bajo en tamaño.

Las hojas ya cortadas. Idealmente por un tema estético, las recorto de manera que "parezcan" hojas puntudas. En la foto se aprecia la yema de un nuevo brote. El aclarado de las hojas permitirá, a parte de evitar deshidrataciones innecesarias, dejar pasar la luz para así fortalecer las yemas y comenzar a construir nuevas ramas, más cortas y con hojas algo más pequeñas. Solo se han podado las hojas grandes.

El árbol listo.


domingo, 10 de febrero de 2008

Trabajos de la semana (03 - 10 Feb.)

Hace un tiempo encontré unos juniperus en un jardin de plantas de la 5ª región. Los tengo hace 3 años y solo les realicé una poda fuerte y luego las dejé crecer a su libre capacidad. El año 2007 tomé algunos de estos y comencé a realizar los trabajos iniciales; seleccióne las ramas que eran utiles para el diseño y los alambré de manera general, si llegar a las puntas de las ramas finas.
Éste es el último juniperus que me que de esos y claramente debía ser tomado para iniciar su entrenamiento. Con una altura no más de 30 cms. y un tronco muy recto de unos 4 cms. Solo me quedaba como alternativa, dejar el tronco así y sin tratar de doblarlo con técnicas que nunca he ocupado.

Junto con la poda de las ramas que no eran necesarias, fui limpiando las ramas débiles (todo lo contrario a lo que siempre de aconseja; mi intención es trabajar de aquí a Julio solo las puntas de las ramas) para dejar entrar más luz hacia el interior y poder tener más acceso a realizar el alambrado de éstas. Solo me interesaba ocupar las puntas de las ramas poesto que tenían ramificación adulta un con unas escamas muy finas y muy densas. En la foto muestro las brotaciones jóvenes y muy pegadas al interior del tronco.



Luego de la poda.



Esta era la apariencia luego de la limpiaza de ramas y vegetación. Por ser una variedad Pfitzeriana, hay que aprovechar al máximo su ramificación adulta pues tarda mucho en pasar de tener vegetación joven a una adulta.



El árbol listo. Tras haberlo inclinado levemente hacia la derecha, el árbol ahora tiene una altura de 25 cms. La rama gruesa muerta en el lado izquierdo, la pretendo trabajar luego de que árbol esté completamente recuperado de este trabajo.



Vista desde arriba. Se logra ver la apertura de las ramas y el modelado de éstas para dejar pasar la mayor cantidad de luz posible.


El antes y el después.

Pronto subiré a mi Web un pequeño video en que se aprecia mucho mejor el trabajo que realicé. (Pincha acá)

viernes, 8 de febrero de 2008

Trabajos de la semana (28 Ero. - 03 Fbro.)

Una de las cosas que he aprendido en este arte, es la capacidad de ir adquiriendo cada vez más paciencia. Con el tiempo uno se va haciendo la idea que nada pasa por casualidad y todo toma desde 3 años para arriba.

El trabajo del junípero que he realizado hace algo más de un mes atrás, me ha dado una gran lección. Tras mis errores en su cultivo poco a poco se fue debilitando hasta el punto en que varias de sus ramas se fueran secando. Solo quedaron dos de éstas, que luego de un modelado mal realizado, quedó como lo muestra la primera foto. Solo ha crecido libremente y sin alambrar no modelar nada por algo más de 1,5 años.
Secuencia de fotos de frente, lado y atrás.






Tras verificar la saludo del árbol y ver cuales eran las mejoras que se lo podían hacer, claramente no tuve más demedio que comenzar por el principio. Saque con mucho cuidado los alambres que en algunas zonas, ya se estaban incrustando. Vuelta por vuelta fui retirándolos todos, hasta los más delgados y semi oxidados.


La rama que inicialmente tenía como ápice, había perdido toda sus fuerzas y comenzaban a secarse sus partes verdes. Las brotaciones estaban muy sobre los extremos de las ramas y las ramitas eran muy largas y delgadas. Decidí podarla.



Luego, comencé con el trabajo de revisar el tronco y verificar la salud en que se encontraba. Poco a poco fui limpiando las zonas en donde la corteza ya estaba seca o camino a pudrirse. Tras casi una hora de escobillar, cepillar, raspar la madera muerta y podar las ramas secas, me encontré con un panorama que nunca había visto,... un TANUKI de manera natural... ! ! !

Nunca había visto algo como eso. Claramente en ese momento el árbol era el Maestro y yo el alumno.

La única rama que dejé, tuve que limpiarla de todas las ramitas secas que tenía, además podar la mitad de las ramas verdes para darle fuerzas a las que creía eran las indicadas para el nuevo diseño. Solamente dejé en la parte alta de la rama dos brotaciones y nuevas que serán las encargadas de formar el nuevo ápice. Comenzó el trabajo de colocarle la rafia. Bien mojada y con mucha presión puesto que era necesario dar una fuerte torción a la rama para acercarla al tronco.


Luego viene el alambrado. Procuré colocar los alambres algo más separados de lo que se recomienda en los libros, puesto que la torción era muy fuerte y cuando los alambres están colocados a 45º, ejercen demasiada presión sobre la corteza y no se fija la rama (o sea, deja la corteza marcada hasta romperla en algunos casos y además la rama cuesta más que se posiciones en el lugar que queremos), idealmente un ángulo de 30º app. es la solución. Personalmente me es más fácil de trabajar este tipo de situaciones con más de dos alambres, que solamente uno y de mayor calibre.




El resultado final no es una obra de Arte; tan solo es el comienzo de algo que me ha dejado muy contento tras la gran lección de he recibido.