Estoy cada vez más involucrado en el trabajo con los Ñirres (Nothofagus antarctica). La rapidez con que sus ramas brotan y se multiplican, hacen que se transforme cada vez más en mi especie favorita para trabajarla. Es así posible conseguir de manera muy veloz una ramificación secundaría bastante fina y delgada, lo que ayuda mucho a la hora de tratar hacer trabajos a pequeña escala; como el caso siguiente.
Este Ñirre lo tengo ya hace un par de años (2005), fue el resultado de no haber encontrado algo mejor que poder recolectar. Claramente el cuidado y la buena resistencia han hecho posible que cada vez se esté poniendo más bonito.
Este año le tocó alambrado completo y trasplante a una nueva maceta, algo más baja y de menor tamaño (cuadrada) que la actual. Un trabajo no muy complicado pero si de mucha concentración por lo fino de sus ramas.
El Ñirre antes del trabajo.
Claramente se nota la necesidad urgente de alambrado.
Este Ñirre lo tengo ya hace un par de años (2005), fue el resultado de no haber encontrado algo mejor que poder recolectar. Claramente el cuidado y la buena resistencia han hecho posible que cada vez se esté poniendo más bonito.
Este año le tocó alambrado completo y trasplante a una nueva maceta, algo más baja y de menor tamaño (cuadrada) que la actual. Un trabajo no muy complicado pero si de mucha concentración por lo fino de sus ramas.
El Ñirre antes del trabajo.
Claramente se nota la necesidad urgente de alambrado.
Nuevo frente elegido.
Para aprovechar mejor la leve curca que tiene su tronco preferí rotarlo y cambiar su frente. El nebari se vio algo desfavorecido.
Para aprovechar mejor la leve curca que tiene su tronco preferí rotarlo y cambiar su frente. El nebari se vio algo desfavorecido.
Los ñirres son muy fuertes en su manera de brotar. Prácticamente donde hay un espacio, las yemas “ciegas” se activan y brotan. Es bastante normal encontrarse con situaciones donde aparecen nuevas ramas justo bajo ramas antiguas, por lo que es necesario elegir cual se queda y la otra podarla.
Los Ñirres por la mala calidad de la madera muerta, en condiciones no muy favorables o muy húmedas, tiende a pudrirse. Los cortes o cicatrices no cierran del todo bien, por lo que siempre hay que estar vigilándolos. Por eso siempre hay que repasar los cortes y sellarlos por muy pequeños que estos sean.
Foto con medio trabajo de alambrado y aclarado de ramas listo.
El árbol terminado
Vista a “ojo de pájaro”
(fondo virtual)
(fondo virtual)
El Ñirre ya trasplantado y listo. Quedan varios detalles como la inclinación del tronco o la postura definitiva de las ramas. Antes de su brotación corregiré alguno de esos aspectos una vez se recupere de éste trabajo.
Ñirre
Nothofagus antarctica
Altura: 12 cm.
Nothofagus antarctica
Altura: 12 cm.
No hay comentarios:
Publicar un comentario