Durante el año en curso he ido tratando de trabajar cada uno de mis árboles, aunque éstos no me convenzan mucho o estén muy lejos de poder convertirlos en buenos materiales para poder llamarlos siquiera “Bonsai”, pero no hay peor gestión que la que no se hace, y por eso mismo me auto convencí de tener como meta, tratar de trabajar cada uno de mis árboles con el fin de lograr sacar lo mejor de ellos, a pesar de mis limitantes como cultor, y así no descartar ninguno de ellos hasta no estar completamente seguro de si están en condiciones de seguir trabajándolos o no.
Este el caso de uno de ellos, un pequeñísimo Ñirre (Nothofagus antarctica) que lo tengo hace dos años y que luego de haber sido recolectado y sin dejarle ni una sola rama, ha brotado muy débilmente. Ahora es el momento de reformar y darme una primera oportunidad con este arbolito.
Esta foto muestra el antes de trabajarlo. Claramente no parece nada, pero la atura y el tronco que tiene son lo interesante y necesario de sacarle partido.
Este el caso de uno de ellos, un pequeñísimo Ñirre (Nothofagus antarctica) que lo tengo hace dos años y que luego de haber sido recolectado y sin dejarle ni una sola rama, ha brotado muy débilmente. Ahora es el momento de reformar y darme una primera oportunidad con este arbolito.
Esta foto muestra el antes de trabajarlo. Claramente no parece nada, pero la atura y el tronco que tiene son lo interesante y necesario de sacarle partido.
Una vista desde arriba. Un tronco que se un día hacia la tierra y que parecía ser un nebari realmente ancho, pero lamentablemente y como es común en esta especie, su parte baja estaba podrida y es necesario intervenirla para limpiar toda la zona muerta. Una pena… .
El anclaje. A pesa de ser tan pequeño, siempre tengo la precaución de afirmar muy bien mis árboles. El fuerte viento y el clima rudo de esta zona no permiten relajarse mucho.
Una vez suelto, comienza el trabajo de trasplante.
En la foto se nota claramente el corte que realicé en la recolección.
Mucha raíz pero pocas estaban realmente vigorosas.
Hubo que podar muchas.
Luego el trabajo de trasplante (sin fotos). El árbol ya listo y en su nueva maceta.
Las ramas ya cortadas. Sólo fata cuidarlo mucho y regar cada 10 días con hormonas enraízantes por un mes para lograr activar el sistema radicular.
Nothofagus antarctica
Altura: 5 cms.
Nebari: 3 cms.
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